Director de Cesco participa en seminario «Valor agregado a la minería del cobre: nuevas tecnologías» organizado por la Federación de Supervisores del Cobre

En la instancia, el director del Centro y académico de la Universidad Católica, José Joaquín Jara, presentó los resultados del estudio “Cobre refinado. Un buen negocio para Chile”.

Para analizar el presente y futuro de la industria de las fundiciones y refinerías en Chile, es que la Federación de Supervisores del Cobre (FESUC) junto al Grupo Periodístico Industrial organizaron el seminario “Valor agregado a la minería del cobre: nuevas tecnologías”.

Entre los participantes del seminario –que contó con las presentaciones de representantes de Corporación Alta Ley, de la Universidad de Concepción y de IMET Chile, entre otros-, destacó la participación del director de Cesco y académico de la Universidad Católica de Chile, José Joaquín Jara, quien presentó el estudio “Cobre refinado. Un buen negocio para Chile”, el que fue impulsado por el centro de estudio junto a distintos actores del sector minero. “La situación de las fundiciones amerita un análisis crítico y propuestas innovadoras distintas a lo que ha ocurrido en los últimos 40 años. Estamos convencidos de eso”, señaló Jara durante su intervención, con el fin del relevar el rol que este sector tiene en la cadena productiva del cobre en el país.

Entre las principales conclusiones de este documento, que fue compartido por Jara, está la de entender que el negocio de las fundiciones es distinto al negocio minero, y que aunque se trate de un negocio que cuenta con elementos de menor riesgo, también es un negocio con menores retornos al capital en comparación a la minería.

Asimismo, el director de Cesco se refirió a la propuesta del centro en relación al rol del Estado en la materia. “Aprovechar los beneficios para el país que tiene el negocio de las fundiciones, requiere de un rol más activo por parte del Estado de lo que hemos tenido en los últimos 40 años. En ese sentido, pensamos que el Estado debe impulsar, no financiar y operar, la construcción de una fundición refinería con tecnología de punta, con los más altos estándares ambientales. Esto trae consigo un conjunto de beneficios económicos, tecnológicos, ambientales, de capacidad humana, estratégica y social a la industria minera para el país, y al mismo tiempo no implica costos para la industria minera”, señaló.

“El paso siguiente es crear garantías políticas normativas y territoriales de suministro, y sociales. Un operador no va a venir porque sí, a menos que cuentes con concentrados por un tiempo establecido y ahí puede evaluar la situación”, dijo Jara, quien agregó que si el operador no tiene claridad de dónde se tiene que instalar y si contará con los permisos y la aceptación social, es muy difícil que decida instalarse en el país.

Es así como Jara relevó el rol del Estado como coordinador para impulsar el desarrollo de las fundiciones y refinerías en Chile. “Después de que se construye a una, quizás el modelo sea exitoso y pueden construirse dos o tres pero tenemos que partir por algo. Debemos enfocarnos ahora en esto, y así contar con una nueva capacidad de fundición y refinería en Chile”.

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