Aplicaciones de cobre made in Chile

Chile es el mayor productor de cobre del mundo, y los usos del mineral son ampliamente requeridos en distintas industrias a nivel global, por ser un excelente conductor de la electricidad. Y bien conocidas son las propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas del cobre, las que podrían convertir este metal en el mejor aliado de la ciencia y la tecnología para hacer frente a la capacidad de contagio del SARS-CoV-2.

Luego del reciente estudio publicado por el New England Journal of Medicine, y que demostraba la alta capacidad del mineral rojo para eliminar el virus a diferencia de otras superficies, nuevas iniciativas se suman para conocer en profundidad el impacto y posibles usos del cobre para contener la propagación.

Recientemente un grupo de investigadores de distintas universidades, encabezados por el doctor Aarón Cortés, coordinador de investigación del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, iniciaron un estudio para probar la eficacia del cobre para eliminar el virus.

“El cobre ataca a bacterias, hongos y virus. Cualquier microbio se ve afectado por este metal porque lo que hace es romper la cápsula exterior que tienen todas las partículas virales y eso hace que se inactive el virus y que impida su reproducción”, explica Cortés, coordinador del equipo formado por investigadores de la Universidad de Chile y la Universidad de los Andes con el apoyo del Instituto de Salud Pública.

Ahora la investigación ha seguido avanzando y con la llegada de la nanotecnología y la tecnología 3D se puede hacer todavía mucho más. “Una cosa que hemos aprendido en el estudio sobre el efecto del cobre en términos antivirales es que cuánto más pequeñas sean las partículas, mayor es el efecto. Por lo tanto, poner una lámina de cobre es útil y una buena estrategia para instrumentos y accesorios en hospitales, pasamanos, transporte público, etc. Pero si se logra poner nanopartículas de cobre en otros materiales, por ejemplo, mascarillas, el efecto es mucho más potente y mucho más rápido a la hora de inactivar el virus”, dice Cortés.

Usos del cobre para mejorar la calidad de vida

En este sentido, destaca el proyecto de la empresa chilena Copper3D, quienes fabrican todo tipo de materiales de fibra de cobre para inactivar el virus al entrar en contacto: desde unas mascarillas reutilizables, lavables y de bajo costo impresas con material que lleva nanopartículas de cobre, y cuyo código se ha abierto para que quien quiera lo pueda descargar.

La gran ventaja que podrían tener estas mascarillas con aleaciones de cobre es que irían desactivando el virus según éste se va depositando a la mascarilla o pasando por sus filtros, como se ha demostrado que hace con la cepa anterior al Covid-19, que efectivamente quedaba destruida al contacto con la mascarilla.

En Chile han surgido empresas que aprovechan las propiedades antimicrobianas del metal rojo para la fabricación de ropa deportiva y uniforme para mineros, además de equipo para trabajadores del área de la salud, como la empresa The Copper Company, quienes comercializan mascarillas con nanocobre, o la empresa Monarch, que creó calcetines de este material. Incluso se ha creado vestuario para niños y recién nacidos, de la mano de la empresa BabyCu, todas ellas innovaciones chilenas que podrían ser vitales para combatir el virus.

Otras iniciativas asociadas al uso del cobre son la creación de superficies hospitalarias de cobre como barras de cama o pasamanos utilizados en la Sala UCI del Hospital del Cobre, que se suman al uso de superficies de este metal en los mesones de la Policía de Investigaciones en Migración del Aeropuerto de Santiago, o los molinetes de acceso a los juegos del parque de diversiones Fantasilandia.

Ante este escenario que demuestra cómo nuevos usos del cobre mejorarán la calidad de vida de millones de personas, cabe preguntarse si no es el momento de pasar más allá de los esfuerzos aislados de unas pocas compañías, siendo el principal productor del metal rojo. Abrir un debate en torno a la factibilidad de desarrollar una industria local para el copper foil o nanopartículas de cobre no parece una locura. Basta ver el esfuerzo de Corfo en torno a la cadena de valor del litio.

En este sentido, se identifican al menos tres elementos que deben estar presente en este debate: i) Los efectos en la demanda por nuestras materias primas y en particular del cobre; ii) Impulsar el desarrollo de nuevas industrias de alto valor y contenido tecnológico aprovechando la base productiva y tecnológica existente; y iii) Posicionamiento de la industria del cobre como un material estratégico para un mundo sostenible y sano.

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