La ruta para consolidar a Chile como líder en minería verde

Durante más de un año, 150 expertos y expertas de la academia, organizaciones de la sociedad civil, y de los sectores público y privado, trabajaron en visualizar el futuro de la industria minera en Chile, con una clara conclusión: la minería será verde, o no será.

Para delinear el futuro de la industria minera chilena, y lograr que ésta se consolide como la más sostenible en el mundo, es que un grupo de 150 representantes del mundo académico, ONGs, sector privado y sector público, se reunieron bajo la coordinación de CESCO y de la Comisión de Desafíos del Futuro del Senado. Esta ruta, ha quedado plasmada en el documento “Chile: Líder en minería verde”, el que será lanzado el próximo 11 de noviembre en el Ex Congreso.

El trabajo se organizó en 5 ejes, que dieron origen a 5 grupos de trabajo: 1. Descarbonización y acceso a mercados; 2. Recursos Hídricos y adaptación al cambio climático; 3. Biodiversidad; 4. Procesamiento de concentrados, minería secundaria, reciclaje y pasivos ambientales; y 5. Financiamiento de proyectos estratégicos e impulso a la innovación, grupo que ha sido transversal en el desarrollo de los otros grupos.

CESCO conversó con Marcela Angulo, directora de la sede Santiago de la Universidad de Concepción, miembro del centro, y coordinadora del grupo 5 sobre Financiamiento de proyectos estratégicos e impulso a la innovación, para analizar cuáles son los alcances de la iniciativa, y cómo ésta podría desarrollarse en el futuro.

Como contexto, ¿Cómo nace esta iniciativa impulsada por el Senado?

La Comisión Desafíos del Futuro del Senado invitó a un grupo de personas del mundo científico y tecnológico a imaginar un proceso de transformación de la minería en Chile que, consistente con el noble rol que cumplirán minerales como el cobre o el litio en la transición energética global, le permitiera evolucionar hacia una industria más sostenible ambientalmente, más armónica con los territorios donde se inserta y más intensiva en conocimiento, aprovechando la oportunidad de ser una plataforma de innovación que posicione a Chile como un protagonista del desarrollo de soluciones para la descarbonización y la sostenibilidad .

De esta forma, coordinado por CESCO, se inició un proceso de invitación a diferentes especialistas de la academia y de la industria que conformaron los más de 150 integrantes de los grupos de trabajo.

El grupo definió el concepto de “minería verde”, que se entiende como una convención que tiene el fin de asegurar que todos tenemos un entendimiento común, en base a 7 atributos: baja en emisiones, eficiente en el uso de la energía, que minimiza residuos y promueve la economía circular, eficiente con el uso del agua y que minimiza el impacto en los ecosistemas, que protege y regenera la biodiversidad, intensiva en conocimiento e impulsora de encadenamientos productivos, y finalmente que se inserta y desarrolla los territorios donde opera.

¿Cuáles son los ejes que conforman este trabajo y cuáles son sus principales metas?

Cada eje se planteó varias metas, algunas desde lo más simple como mejorar la calidad de la información ambiental para la toma de decisiones o esquemas de reporte y trazabilidad, hasta algunas más complejas como reducción de emisiones, carbono neutralidad o abordaje de los pasivos ambientales históricos. Destaco algunas de ellas.

En el eje de Descarbonización se plantea tener producción de cobre trazable en un 70% al 2025 y 100% al 2030, reducir la intensidad emisiones en 50% al 2030 en la gran minería y lograr la carbono neutralidad de toda la minería al 2050; así también, se plantea aumentar progresivamente la participación de empresas locales en el desarrollo de soluciones tecnológicas respecto de la situación actual.

En el eje de Recursos Hídricos y adaptación al cambio climático se plantea contribuir a una plataforma de gestión integrada de recursos hídricos multiusuarios al 2025, contar con reportes anuales de consumo con trazabilidad validada al 2030 y que los ecosistemas que puedan haber sido impactados por el uso de agua de procesos mineros se encuentren: catastrados al 2030, mitigados los impactos al 2040 y recuperados al 2050. Asimismo, se plantea tener lineamientos para minimizar el impacto ambiental de las plantas desaladoras.

En el eje de Biodiversidad se plantea generar una plataforma abierta de datos de biodiversidad al 2025, implementar sistemas de monitoreo en tiempo real de humedales andinos y altoandinos, comportamiento de acuíferos y lagunas de salares y que se aborden programas de reducción de impactos y restauración, de modo que al 2030 las compañías mineras contemplen todas las medidas para el uso de la mejor tecnología existente, así como la promoción activa de soluciones basadas en la naturaleza.

En el eje de Procesamiento de concentrados, minería secundaria, reciclaje y pasivos ambientales, se propone abordar el desarrollo de tecnologías que permitan depositar relaves con menos contenido de agua, un marco legal para poder reprocesar relaves y lograr que al 2040 se hayan remediado todos los depósitos de relaves cerrados y abandonados que presenten riesgos al medio ambiente y las personas. También se plantea un esfuerzo para reducir, reutilizar y reciclar el 100% de los residuos de operaciones mineras susceptibles de ser reciclados.

En el procesamiento de concentrados se propone implementar al 2030 una nueva capacidad de fundición y refinería que se ubique en el primer cuartil de competitividad económica y socio ambiental entre las fundiciones del mundo, así como posicionar a Chile como líder en conocimiento y tecnología de procesamiento de minerales y concentrados, integrando las cadenas desde la generación de conocimiento en investigación básica, hasta la exportación de tecnologías.

Para lograr las metas que se exponen en este trabajo, se hace necesario aumentar los presupuestos que hoy se destinan a innovación. ¿Cómo se aborda este obstáculo en la propuesta realizada? Y ¿De dónde saldría el financiamiento necesario para hacer un rápido tránsito hacia una minería verde?

La intensidad sectorial de I+D de la minería, esto es el esfuerzo en I+D respecto del PIB sectorial es uno de los más bajos entre los sectores productivos en Chile; 0,07% versus el 0,32 % de la industria manufacturera o el 0,72% de la industria química, del caucho y del plástico, según datos de 2018.

La última encuesta nacional de I+D de 2020 por su parte, muestra que nos mantenemos en una inversión en I+D respecto del PIB nacional de 0,34%, muy lejos del 2,68% del promedio de la OCDE. Además, mostró una dramática caída del financiamiento público en casi 9% desde 2018 a 2020.

Con este panorama será muy difícil avanzar hacia una sociedad más basada en el conocimiento, equitativa y sostenible y estamos condenados a mantenernos en el grupo de países en la trampa de los ingresos medios.

El grupo de trabajo de Financiamiento, considera que tanto la recaudación del impuesto específico a la minería del cobre, como las regalías de los contratos del litio en el Salar de Atacama deberían dar un impulso significativo a la I+D+i en la minería verde, la transición energética y la carbono neutralidad, y con ello apalancar importantes recursos privados como contraparte.

En específico, se propone la creación de programas para abordar programas colaborativos de interés sectorial y la formación de capital humano avanzado, así como la creación de un fondo de validación y escalamiento de tecnologías limpias por MMUS$ 1.000 en 10 años, con foco en desarrollo de proveedores tecnológicos.

Así también, se propone que el Estado promueva mecanismos de fomento a la inversión privada, mediante la creación de un Fondo de Economía Sostenible e Inversiones Verdes por MMUS$ 1.000 en 10 años, con mecanismos de subsidio a estudios de preinversión que privilegien el contenido local, con mecanismos de garantías de crédito, financiamiento a intermediarios financieros y a fondos de capital de riesgo.

¿Cómo se aborda el marco institucional necesario para lograr estas metas?

La propuesta presenta un marco conceptual para el diseño de un ecosistema de innovación en minería, que incluye una visión de gobernanza e institucionalidad.

En síntesis, se plantea que el Ministerio de Minería refuerce su liderazgo a través de la creación de una Unidad de Ecosistema de Innovación en Minería en su División de Desarrollo y Políticas Públicas, fuertemente apoyada en las capacidades técnicas de la Corporación Alta Ley y su gobernanza multiactor.

El enfoque es que esta unidad interactúe de forma cercana con la institucionalidad de Ciencia, Tecnología, Innovación y Desarrollo Productivo, en particular con el Ministerio de Economía y Corfo, y con el Ministerio de Ciencia y ANID, de modo que en un plazo de 2 años se tenga una clara hoja de ruta y los fondos y mecanismos de financiamiento estén implementados.

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