Juan Ignacio Guzmán y la minería sustentable en Chile: “Posicionarnos en el primer cuartil de sustentabilidad de la industria minera será un activo muy valioso en el futuro”

Para realizar un diagnóstico inicial de las industrias del cobre y litio en sus componentes de sustentabilidad social, ambiental y económica, además de presentar un mapeo de las brechas y riesgos que existen para una industria más verde y competitiva, es que el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco) dio inicio a la comisión “Chile: La ruta hacia la minería más sustentable del mundo”.

El Banco Mundial fue claro en su informe publicado en 2020, “Minerales para la acción climática: El uso intensivo de los minerales en la transición hacia la energía limpia”. La demanda de ciertos minerales como el cobre y el litio, podría crecer en un 450% en el futuro, debido al auge de la electromovilidad y del uso de energías renovables como la solar, eólica y geotérmica.

Mientras que el mundo busca caminos para lograr economías más verdes, en el contexto del cambio climático que vivimos hoy, la relevancia de que estos minerales sean producidos en condiciones de mayor sustentabilidad cobra mayor importancia.

La comisión “Chile: La ruta hacia la minería más sustentable del mundo”, que inició su trabajo a fines de abril de este año, se encuentra elaborando un informe sobre la minería en las diferentes dimensiones de la sustentabilidad, con el fin de apoyar el diseño de políticas públicas y privadas que permitan a la industria y al país afrontar los desafíos y oportunidades que plantea el futuro de la minería verde.

Juan Ignacio Guzmán, académico de la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile, gerente general de Gestión y Economía Minera (GEM) y miembro de Cesco, lidera esta comisión, donde trabaja junto a un grupo de académicos, consultores y gerentes de sustentabilidad de distintas empresas mineras.

Al respecto, Guzmán explica que el objetivo es realizar un diagnóstico inicial de las industrias del cobre y litio. “Para esto realizamos un levantamiento utilizando la metodología FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas), para luego plantear una posición competitiva futura. De aquí realizaremos un mapeo de las brechas y riesgos que existen para pasar de la situación actual a la posición deseada, enfocada en las iniciativas público-privada-académicas que debieran desarrollarse para llevar a cabo esta transición hacia la minería más sustentable del mundo”.

La pregunta que surge es: “Si hemos sido exitosos desde el componente de la sustentabilidad económica, por lo menos en el periodo histórico de los últimos 30 años, ¿qué podemos decir respecto al componente social y ambiental?”. Esta es una de las cuestiones que la comisión pretende responder.

Actualmente, la comisión finalizó la primera etapa del trabajo, que consistió en múltiples reuniones grupales para identificar los FODA. Ahora, en una segunda parte, se analizará la información capturada en las reuniones con el objetivo de generar un documento de trabajo que detalle los principales resultados, así como eventuales recomendaciones para efectos de contribuir a las políticas públicas, y que se concretaría entre octubre y noviembre de este año.

“Hasta ahora existe consenso en que la industria del cobre y litio han mejorado mucho en el ámbito de la sustentabilidad social y ambiental en las últimas tres décadas, pero todavía existen espacios de mejora”, señala Guzmán. “Aun así creo el estudio permitirá trazar nuestra competitividad relativa con respecto a la minería del resto del mundo y los resultados apuntan a algunas fortalezas marcadas en el país con respecto a otros países, así como algunas debilidades que debemos trabajar en adelante”.

Cobre y litio, un futuro sustentable

Existe un antes y un después en la minería en Chile. Si bien históricamente el país ha sido reconocido por su quehacer minero, en la década de los 90 y 2000, el crecimiento de este sector fue explosivo, convirtiéndose en uno de los distritos mineros más importantes del mundo. Asimismo, Chile transitó hacia el fortalecimiento de la institucionalidad ambiental, lo que llevó al sector a asumir nuevos desafíos que, con anterioridad, no habían sido abordados por la industria, incorporándolos al core del negocio.

“Pasamos de tener una producción relevante en el cobre y la minería, a ser los mayores productores mundiales con diferencias significativas hasta 2010. En el caso del litio, si bien perdimos el primer lugar como productores, seguimos estando entre los principales proveedores”, señala Guzmán. Al respecto, el académico agrega que Chile se convirtió en un foco de minería mundial en el ámbito del cobre y el litio, gracias a la calidad de sus recursos geológicos y por una institucionalidad que se estaba articulando de una forma seria para el resto del mundo, lo que nos permitió proyectarnos como un buen nicho para hacer negocios.

Si bien hasta 2020, el éxito geológico que menciona Guzmán sigue existiendo, hay un estancamiento en la producción minera en el país: “Actualmente tenemos depósitos que se han depreciado en el tiempo y, por lo tanto, en Chile no ha habido grandes incrementos en la producción en los últimos diez años. Aunque en el litio se proyectan aumentos en esta década; el crecimiento del cobre ha sido relativamente marginal”.

Esto se da en un escenario donde la demanda de cobre a nivel mundial aumentaría de 26,9 a 33,5 millones de toneladas a 2030, mientras que la oferta de las minas existentes y de proyectos que se encuentran en proceso, disminuirá de 20,2 millones de toneladas a 18,4 millones a 2030, de acuerdo a estimaciones de la consultora CRU.

Chile, de acuerdo a proyecciones realizadas por Cochilco en su informe “Proyección de la producción de cobre en Chile 2020 – 2031“, alcanzaría una producción de cobre de 7,095 millones de toneladas al año 2031, a una tasa de crecimiento promedio de 1,7%, con un peak en 2028 de 7,35 millones de toneladas.

Pero esta producción, a su vez, está condicionada a nuevas exigencias sociales y de mercado, donde la trazabilidad del mineral será un habilitante para su venta. La minería deberá demostrar que sus procesos son sustentables y sostenibles.

En ese sentido, el líder de la comisión dice que “al final del día el mundo necesita cobre y litio justamente para combatir, por ejemplo, el cambio climático. Tenemos que hacer las cosas mejor, nadie duda de eso. El que piense que en los próximos 30 años no tenemos que hacer ningún cambio, no ha aprendido de la historia”.

El académico agrega que la minería verde no solo significa mayores exigencias a la industria minera, sino que también conlleva una oportunidad de mercado para aquellas empresas que realicen bien este trabajo. “Creo que es clave que Chile avance como país en esta dirección, pues posicionarnos en el primer cuartil de sustentabilidad de la industria minera será un activo muy valioso en el futuro”, concluye Guzmán.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *