Fortaleciendo la Colaboración de la Industria
La Asia Copper Week 2024 reafirmó tendencias y desafíos que también evidenciamos en otras citas globales, como la ICSG en Lisboa y la LME en Londres; donde sobresalió la urgencia de fortalecer la colaboración en la industria del cobre en un contexto de incertidumbre global.
Las perspectivas económicas muestran un crecimiento mixto: un leve repunte proyectado para 2025 seguido de una posible desaceleración. Las economías emergentes, particularmente en Latinoamérica, enfrentan un crecimiento lento y desigual, poniendo a prueba las políticas fiscales. A esto se suma el riesgo de que una expansión fiscal desplace la inversión productiva, agravando la baja productividad interna.
En Estados Unidos, la reducción de su capacidad manufacturera, resultado de años de externalización, sigue siendo un tema crítico. Al mismo tiempo, se abre un cambio en la narrativa minera global: ya no es cuestión de “dónde” extraer, sino “cómo” hacerlo de manera sostenible, evitando conflictos entre la minería y la naturaleza. En este sentido, la producción de metales es clave para la transición energética, lo que exige conectar a China con la industria global.
La mejora de la circularidad en la gestión de residuos también es urgente: el aumento de tasas de reciclaje para metales críticos como cobre, aluminio y acero debe ir de la mano de alianzas con los fabricantes. Sin embargo, la resiliencia mundial se enfrenta a nuevos riesgos, muchos de ellos derivados de políticas populistas que escapan a la esfera macroeconómica.
Los riesgos e inestabilidad política y geopolítica en países productores también ocupan un lugar relevante, al igual que los altos costos de CAPEX en nuevos proyectos. Asimismo, la inteligencia artificial emerge como un catalizador de innovación; así como el tema de los procesos de obtención de permisos cada vez más extensos y complejos. En este panorama, la integración Asia-Occidente se perfila como una necesidad para sortear un futuro desafiante y un mercado del cobre con un equilibrio frágil, donde la sustitución vuelve a la mesa de discusión.
La infraestructura compartida es una oportunidad que, aunque deseable, enfrenta desfasajes entre los tiempos del sector privado y la acción estatal. Esto es especialmente relevante en regiones como Argentina y Chile, donde la minería fronteriza necesita esfuerzos conjuntos e infraestructura común para materializar su potencial.
La tecnología y la innovación ocupan otro eje clave. Sin embargo, surge la pregunta: ¿se fomenta la colaboración o se corre una carrera en solitario? Es imperativo desarrollar herramientas que impulsen el emprendimiento y potencien el talento sin ver al otro como competidor. La industria necesita un rol activo para catalizar estos cambios.
Por último, la transparencia del sector se vuelve fundamental. Mejorar las herramientas de comunicación y dar a conocer cómo opera y cuál es su impacto, legitima la actividad minera y fomenta decisiones y opiniones informadas.
Asia Copper Week 2024 deja en claro que la clave para enfrentar los desafíos del futuro radica en fortalecer la colaboración, integrar regiones, potenciar la tecnología y operar con absoluta transparencia. La industria del cobre tiene la oportunidad de ser protagonista en un mundo que no sólo demanda más innovación y sostenibilidad, sino sobre todo, donde la confianza pública es cada vez más exigente.
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