La nueva mirada de Chile y su minería
Columna por Cristián Quinzio, Presidente del Directorio de CESCO.
La minería chilena vive una paradoja. Nunca ha sido tan evidente su relevancia para el futuro energético del planeta, y nunca ha sido tan visible la fragilidad de nuestras capacidades para sostener ese liderazgo. El cobre y el litio son insumos críticos para la transición energética, pero el país que debería estar capitalizando esta oportunidad se encuentra atrapado en una institucionalidad lenta, en la pérdida de dinamismo exploratorio y en una baja capacidad para innovar.
No se trata de una discusión técnica solamente; es una discusión política y social. En la medida en que Chile no logre articular un relato de largo plazo en torno a su minería, lo que está en juego no es solo la competitividad de una industria, sino la posibilidad de que nuestro país se inserte con fuerza en la economía verde global. Permisos, ciclos de incertidumbre regulatoria, son síntomas de algo mayor: hemos perdido la capacidad de pensar estratégicamente la minería como proyecto nacional.
En septiembre hicimos, como Cesco, una invitación a recuperar esa mirada. No basta con producir más cobre o litio; el verdadero desafío es generar un marco donde la inversión se convierta en innovación, donde los proveedores chilenos puedan internacionalizar su know-how, y donde la transición energética sea también una transición de capacidades, de capital humano y de confianza social. La minería no es una isla desconectada de las expectativas de las comunidades ni de las demandas ambientales globales. Debemos pensar colaborativamente.
Chile enfrenta una competencia feroz. Mientras Perú y Argentina avanzan con incentivos agresivos; mientras Canadá y Australia consolidan ecosistemas de innovación minera con alcance global, nosotros seguimos atrapados en trámites interminables y debates fragmentados. Si no reaccionamos, no será la geología la que limite nuestra minería, sino la falta de visión política y de voluntad para modernizar nuestro marco institucional.
Pero tampoco podemos caer en el pesimismo. Chile tiene ventajas que pocos países poseen: un ecosistema minero con décadas de experiencia, capital humano técnico de primer nivel y una reputación de estabilidad que, aunque erosionada, sigue siendo valorada en el mundo. Lo que necesitamos es voluntad de coordinación, decisiones valientes y un Estado capaz de ser socio estratégico, no solo árbitro de conflictos.
El futuro de la minería nacional dependerá de nuestra capacidad de hacer dos cosas al mismo tiempo: reforzar lo que funciona y atrevernos a transformar lo que nos limita. Más allá del eslogan, creemos que es un recurso de supervivencia. Construimos un nuevo ciclo minero que combine inversión, innovación y sostenibilidad. No se trata de evitar rezagos frente a otros países, sino de trabajar juntos —Estado, ecosistema, academia y comunidades— para construir un sistema que fortalezca e impulse el liderazgo de Chile, y siga siendo el actor competitivo y protagonista de la minería mundial.
															Volver al orgullo minero
Por Amparo Cornejo, Vicepresidenta Sudamérica, Teck. En una nueva versión de la Cesco Week, instan
Cadena de abastecimiento minero y posibles escenarios en el contexto de la pandemia
Elaborado por Ronald Monsalve, Analista de Estrategias y Políticas Públicas de la Dirección de Es
Minería chilena: avances y retos de un sector en constante evolución
Por Jorge Cantallopts, Director Ejecutivo de CESCO. En este mes de la minería, CESCO cumple 40 año


		
		
		
Deja una respuesta