2024: la urgencia de un punto de inflexión

Columna de Opinión de Jorge Cantallopts en Diario Financiero.

A diferencia del boom de crecimiento de la industria minera en Chile en los años 90’-clave para el desarrollo económico y social de las siguientes décadas- el contexto actual es de normativas cada vez más exigentes, yacimientos menos atractivos, y una institucionalidad que urge modernizar y tonificar. Estos elementos, están dificultando su rol para satisfacer la demanda esperada de minerales críticos y contribuir con ello a la transición energética.

Es necesario robustecer las instituciones asociadas al desarrollo minero, dotándolas con mayor financiamiento y capacidades técnicas, diseños con mirada de Estado, estables e independientes de los ciclos políticos. Para el caso de la normativas, éstas deben ser exigentes en términos socioambientales y responder a las necesidades de los territorios y la sociedad, pero los procesos deben ser claros y eficientes; y para responder al factor intrínseco de una minería madura y el impacto en las condiciones geológicas de los yacimientos, se requiere fomentar la innovación y el desarrollo en nuevas tecnologías y procesos, así como una fuerza laboral diversa e inclusiva.

Lograr este impulso de la industria en el corto plazo, requiere de la convicción sobre el rol de la minería en nuestra sociedad de parte de muchos actores, pero principalmente de un punto de inflexión entre dos protagonistas: por un lado el Estado, con su rol articulador y agilizador de la modernización institucional que requiere el sector, y por otro lado, una industria que sea cada vez más responsable socioambientalmente.