18 Dic EY y Cesco presentan los 10 riesgos y oportunidades de la minería en 2021
El encuentro, que se desarrolló el pasado 9 de diciembre, contó con la participación Eduardo Valente de EY, Aaron Puna de Anglo American Chile, y Alejandra Wood, directora ejecutiva de Cesco.
Licencia social para operar, productividad, aumento de costos y descarbonización y medio ambiente, fueron algunas de las principales preocupaciones que marcaron la versión 2021 del estudio “10 Riesgos y Oportunidades de la Minería”, encuesta que realiza la consultora EY a más de 250 ejecutivos del sector a nivel global. En esta edición además, irrumpió con fuerza el riesgo de alto impacto, relacionado a la crisis sanitaria que se vive en todo el mundo.
Los resultados de este estudio fueron presentados el pasado 9 de diciembre en el webinario “10 Riesgos y Oportunidades de la Minería 2021”, donde se presentaron Paul Mitchell, líder global de minería y metales de EY; Alejandra Wood, directora ejecutiva de Cesco y Eduardo Valente, líder de minería y metales de EY Chile. Posteriormente y a cargo de Wood, se realizó un panel de discusión que contó con las participaciones de Aaron Puna, presidente ejecutivo de Anglo American Chile; Alfredo Álvarez, líder de energía y soluciones digitales para EY Latinoamérica Norte; y Víctor Burga, líder de auditoría en minería y metales de EY Perú.
Durante su intervención, Alejandra Wood entregó su visión a corto y mediano plazo del sector minero para Latinoamérica, desde la perspectiva del peso del sector en el PIB de los países mineros, los precios de los commodities, y las inversiones en el sector en nuevos proyectos, además de la baja sostenida de la inversión en exploración.
Asimismo, la directora de Cesco se refirió a la importancia que han tomado temas como la descarbonización, la producción responsable y el cuidado al medioambiente. “El estudio de riesgos de la minería que lanza EY en esta ocasión nos resuena como un tercer campanazo urgente: la licencia social para operar está en primer lugar por tercer año consecutivo, y 4 de los 5 primeros riesgos son de nuestro contexto social y ambiental”, señaló.
Wood destacó las excelentes perspectivas de mercado y precios, y las megatendencias globales que ofrecen hoy la oportunidad de crear una nueva narrativa para la minería, necesaria para el progreso de la humanidad. “Nuestros países tienen una dotación de recursos privilegiada para jugar un rol clave en este contexto”, dijo la ejecutiva. “Pero, por otro lado, estamos en una época de fragmentación del poder, en la que los stakeholders tienen un mayor grado de organización, conectividad y coordinación, con nuevos liderazgos situacionales, más informados y mejor preparados”.
“La marca ‘Minería’ a nivel global no goza de gran reputación. Posee una imagen de industria contaminante, conservadora y reactiva a los cambios, especialmente entre la población más joven”, indicó Wood. “Su fama hasta aquí no se basa en sus cada vez más evidentes efectos virtuosos, sino en sus impactos ambientales, en el territorio y en las comunidades, especialmente de las minas a rajo abierto, los tranques de relave, el impacto en glaciares, o el uso de agua en zonas desérticas o la contaminación de éstas en regiones más húmedas”.
Para Wood, “la clave para sortear lo que se nos viene es sin duda hacerse parte en serio de la descarbonización de la producción, del cuidado del medio ambiente, de la relación virtuosa con las tecnologías de la sustentabilidad y digitales, con las comunidades y Estados que la acogen y las industrias locales que giran en torno a la minería, de la trazabillidad de su desempeño en estas áreas y su correcta comunicación usando el lenguaje ESG, ODS y otros que sean adecuados para distintos públicos”.
Para terminar, la ejecutiva señaló que la minería ha sido percibida siempre como un punto de tensión entre el crecimiento económico y el cuidado del entorno, generando sectores amplios de ciudadanos y autoridades conflictuados frente a su crecimiento. “Es urgente resolverlo, ‘siendo y pareciendo’ una industria de futuro. Las compañías que mejor lo hagan serán los ‘socios preferidos’ para poner en valor las dotaciones de recursos naturales de nuestros países”.
Las conclusiones del estudio de EY
Para el 63% de las compañías mineras mundiales, la Licencia Para Operar es el mayor riesgo para su negocio, según el 13º estudio anual “Los 10 principales riesgos y oportunidades para la minería” desarrollado por EY. En segundo puesto se encuentran los “riesgos de alto impacto”, relacionado a lo que está viviendo actualmente todo el mundo con el Covid-19, y esta industria no ha estado ajena a la crisis sanitaria.
El reemplazo de recursos por la falta de nuevos descubrimientos y la menor inversión durante la última década es probable que deje a la industria en un déficit estructural. “Muchos depósitos nuevos tienen ley de cobre más baja y requieren precios más altos para garantizar el retorno de la inversión. Es probable que el mercado del cobre tenga un déficit a largo plazo, ya que la oferta disminuye y la demanda aumenta como resultado de la transición energética. Con la incertidumbre constante, las empresas están priorizando la liquidez y la continuidad del negocio sobre la inversión en nuevos proyectos”, afirmó Valente.
Productividad y costos crecientes permanecen en el radar a medida que aumenta la complejidad minera. La disminución de las leyes del mineral, y los costos de extracción más altos y los precios de las materias primas se ven presionados como resultado de la incertidumbre económica. Los altos costos de energía y mano de obra están reduciendo los márgenes. El impacto de Covid-19 ha sido mixto, con algunas restricciones que imponen nuevos costos imprevistos y otras medidas que eliminan los silos que obstaculizan la productividad.
Descarbonización y agenda verde se encuentra en las prioridades de las compañías mineras, ya que los inversionistas tienen un enfoque claro en considerar los datos relacionados con medioambiente, sociedad y gobernanza (ESG) antes de tomar decisiones de inversión. La capacidad de los mineros para acceder al capital está muy influenciada por sus relaciones con la sociedad. Especialmente en Chile hay un foco en hacer mejor la gestión del uso de agua, así como reducir sus emisiones de carbono.